Sin oxigeno, llegue a quedarme un mal dia
buceando bajo el oleaje de un gran amor
y mi sirenita, que hermosa y con rencor
me mira mal y no me cree, aveces, todavia.
Sin saber nadar y ni siquera poder esquivar
los golpes bajos de un desamor que me mata,
y habiendo perdido un tesoro, soy un pirata
que se arrepiente y llora solo, en medio del mar.
Cuentas veces le explique lo que habia pasado
cuantas veces le rogué que entendiera lo que sentia,
cuando no me salia ni una palabra, por una afonia
que me remataba, aun no habiendo resucitado.
Si volviese a creerme por todo lo que hemos vivido,
este marinero, no estaria tan mal acostumbrado
a toda la felicidad del mundo que sin ti a mi lado,
es nada, comparadolo a un despertar contigo...
Pero incomprensible le es, que por ella diese toda mi vida,
y yo tan lejos de su mirar, recuerdo siempre aquel adiós
el momento en que fuimos uno y uno y nunca más fuimos dos
ahora fumo mas, no como, y si muero, mi alma le estara agradecida.
Y entre los corales del dolor de mi alma adolorida
me parece exagerada e incomprensible, aquella acción
que fue mas amarga, que una despedida en cualquier estación
que te devuelva sin quererlo, al punto de partida.
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