miércoles, 16 de septiembre de 2009

Leer

Una tarde nublada, en un parque cualquiera de Madrid, habia una señora, con apariencia de unos 40 años, rubia, sentada en uno de los bancos del parque y leyendo un libro. La mujer estaba metida en la historia que leia, estaba leyendo apasionadamente cuando un hombre, canoso el, pasaba por enfrente del banco donde la señora estaba sentada y leyendo. El hombre, apasionado a la lectura y a la literatura, vio que el libro que la mujer leia, el tambien lo habia leido y era el libro mas emotivo que habia leido. Entonces, sin que la mujer se diese cuenta, el hombre, se puso detras del banco y detras de la mujer mientras miraba con entusiasmo las paginas del libro, intentando leer algo desde la distancia. Al ver que la mujer no levantaba ni un solo segundo la mirada del libro, porque estaba adentro de la historia, el hombre se pregunto a si mismo si de verdad a esa mujer le gustaria tanto la lectura como a el. Asi que decidio hacer una cosa para averiguarlo. Tocó a la mujer posandole su mano en el hombro derecho y le dijo: Disculpe, señorita. Que pasa?, le contesto la señora al hombre. Que hace? le pregunto el. Pues estoy leyendo, que no me ve? Contesto ella. No, señora... Quiero que me diga que es lo que estaba haciendo o pensando realmente. La señora, mirando al hombre un poco extrañada le dijo; oigame usted, caballero, estoy leyendo como usted ve, si no le importa, digame que es lo que quiere o si no dejeme con mi lectura. El señor despues de sonreirle le dijo; Mire señorita, cuado yo le puse la mano en el hombro y le pregunte que que hacia, usted me dijo "que pasa? y estaba aqui", la señora saltó repentinamente, "pues claro que estoy aquí, sino, donde quiere que este?" A lo que el hombre le continuo; Entonces usted no estaba leyendo señorita, porque uno cuando lee, no esta aqui, sino, allí. En otro mundo, dentro de la historia que esta leyendo... Jaja, sonrio ella.. Tras decirle "tiene razón..." El, se sento al lado de la señora, sacó un libro de su bolsillo, y despues de un "me permite" se sento al lado de ella con el libro abierto. Disculpeme si me voy de aqui aunque fisicamente este sentado en este banco, suelo volar, nadar, perseguir, viajar, navegar, buzear, saltar o correr mientras leo. Eso si, cuando vuelva a este banco, al terminar de leer, permitame invitarla a cenar a algun restaurant y le dire los mejores libros que he leido nunca. Y así, se conocieron... El, ella y la lectura.

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